Las Santas Cuevas de Granada

El origen de las Santas Cuevas de Granada

Las Santas Cuevas de Granada, situadas en el interior de la Abadía del Sacromonte, representan hoy la gran obra cristiana que es este monumento. Su origen nace ya que unos buscadores de tesoros, encuentran antiguos hornos de cal con una serie de reliquias. Estas fueron las de mártires cristianos, San Cecilio, primer obispo de Granada, y sus seguidores, San Hiscio y San Tesifón. Junto a dichas reliquias, apareció una lámina sepulcral que narraba el martirio de San Cecilio en época de Nerón.

Así nacieron las Santas Cuevas de Granada, y la Abadía del Sacromonte.

¿Cómo son las Santas Cuevas de Granada?

En su composición, en forma de laberinto, se encuentran situadas varias capillas, y entre ellas, el lugar de martirio y el lugar donde fueron hallados los libros plúmbeos.

A partir de las cuevas originales preexistentes en el monte, donde tuvieron lugar los hallazgos, se construyeron las capillas, en el siglo XVII. Estas suponían la preparación espiritual del peregrino y la veneración directa de las reliquias, hasta que se trasladaron al altar mayor de la iglesia en el siglo XVIII.

Las capillas solían cumplir funciones puntuales, como misas, rezos del rosario, preparación espiritual del peregrino o procesiones, entre otras.

Los peregrinos, procedentes de los pueblos de alrededor de Granada, acudían descalzos al Sacromonte. Aquí, eran recibidos por la imagen de la Inmaculada Concepción en la capilla de Santiago.

Cuevas del Sacromonte

La Abadía, centro de peregrinación en Granada

Con el descubrimiento de dichos hallazgos, el lugar se convirtió en un centro de peregrinación.

Con la aparición de las reliquias, el monte recibió el nombre de Sacromonte, convirtiéndose así en un Monte Sacro. Esto simbolizaba la peregrinación a Jerusalén cuando ésta queda en manos de los turcos. Siendo el Sacromonte de Granada, el único ejemplo de este tipo de centro de devoción que existía en España. Los montes sacros tienen unas características comunes, la belleza paisajística de su emplazamiento y la ubicación en lo alto de una colina, cuya subida se hacía por medio de un viacrucis que recuerda la subida de Nuestro Señor al monte Calvario. Esto generó un movimiento de peregrinación masivo y todo el monte se llenó de cruces.

 

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