Mejores miradores de Granada

La Alhambra, el barrio del Albaycín, el famoso barrio gitano del Sacromonte, Sierra Nevada… Granada es una ciudad que enamora a todo aquel que la visita por su combinación de historia, cultura y arquitectura. La mejor forma de admirar esta ciudad, además de por supuestísimo callejear y perderte por sus calles, es visitar los mejores miradores. Hay muchos miradores en Granada que ofrecen una perspectiva única y fascinante de la ciudad. Si vienes de visita al antiguo reino nazarí, en este artículo exploraremos los mejores miradores de Granada y descubriremos qué los hace tan especiales.

En el Albaycín

Paseo del Padre Manjón

Paseo del Padre Manjón, o popularmente conocido como el Paseo de los Tristes. Al finalizar la Acera del Darro, que es una de las calles más bonitas (nos atrevemos a decir) del mundo, nos encontramos con una vista a las torres de la Alhambra sobrecogedoras.

Se le conoce como Paseo de los Tristes porque antiguamente esta calle era la única forma de llegar al cementerio. Pasaban los cortejos fúnebres y los acompañantes del difunto mostraban su tristeza y melancolía (de ahí el nombre). Pero hoy en día es una plaza alegre y pintoresca, llena de gente y bares y restaurantes donde puedes degustar los platos típicos de Granda con unas vistas sensacionales de la Alhambra.

Mirador de la Churra

Muy cerca del Paseo de los Tristes, entre el Darro y la Alhambra, se encuentra este mirador que muy poca gente conoce. Desde la Churra se aprecian unas vistas maravillosas del barrio del Albaycín, el mirador de San Nicolás (y todo el barullo de gente que están ahí), y el centro histórico de Granada. Pero lo más impresionante es el atardecer que se puede presenciar en este lugar. Te dejará sin palabras.

Mirador de la placeta de Carvajales

Situado en pleno barrio del Albaycín, la placeta de Carvajales te ofrece una de las mejores vistas a la Alhambra, que se encuentra imponente. El nombre del mirador se debe a la familia Carvajal, una de las más destacadas en la historia de Granada, que tenía su residencia en el barrio del Albaycín y cuyas propiedades incluían la iglesia de San Miguel Bajo.

Este mirador cuenta con bancos y una fuente. Pero esta fuente tiene algo inusual, y es el reflejo de la Alhambra en el agua. La ubicación en la que se encuentra la placeta de los Carvajales es idónea, puesto que está cerca de otros miradores mucho más conocidos y hace que este no esté tan lleno. No puedes perderte la puesta de sol en este mirador: la Alhambra se tiñe de una luz dorada creando un ambiente mágico.

Mirador de San Nicolás

Probablemente el mirador más conocido de Granada. Y entendemos por qué. Es de obligada visita y, por tanto, está masificado. Su impresionante vista panorámica de la Alhambra, el resto de la ciudad, y Sierra Nevada de fondo justifica la gran concurrencia en San Nicolás.

El mirador lleva el nombre de la Iglesia de San Nicolás, una iglesia del siglo XVI que se encuentra en la plaza frente al mirador. Además, hay muchos artistas y músicos que amenizan tu visita con flamenco. Y toda la zona está rodeada de bares y restaurantes donde podrás degustar las famosas tapas granadinas. No te lo puedes perder.

Mirador de San Cristóbal

En lo alto de la colina del Albaycín se encuentra este pintoresco mirador con vistas panorámicas de la Alhambra y del resto de la ciudad. El Mirador de San Cristóbal es menos conocido que el Mirador de San Nicolás, pero ofrece una vista igualmente impresionante.

El mirador lleva el nombre de la iglesia cercana de San Cristóbal, una iglesia del siglo XVI que se encuentra en la plaza donde está ubicado el mirador. Además, desde San Cristóbal podemos observar los restos de la muralla zirí.

Mirador de San Miguel Alto

En la parte más alta de Granada, junto a la ermita que le da su nombre, se sitúa el Mirador de San Miguel el Alto. Aquí podrás disfrutar de unas vistas panorámicas de toda la ciudad de Granada, las montañas circundantes y por supuesto, de la Alhambra.

Se puede acceder en coche o en autobús, aunque también se puede subir a pie a través de un sendero empinado pero escénico.

En el Sacromonte

El famoso barrio del Sacromonte, conocido por las excavaciones de sus cuevas que fueron y siguen siendo habitadas, y por toda la historia y cultura gitana que hacen de este barrio único y de obligada visita. Hay numerosos miradores en el Sacromonte que hacen del paseo un auténtico placer para los sentidos.

Fuente de la Amapola

Junto a la famosa fuente de la Amapola, que data del siglo XVI, se encuentra este mirador en pleno barrio del Sacromonte. Desde este mirador se ven unas preciosas vistas a la Alhambra, al río Darro y al resto de la ciudad. Es un lugar ideal para aquellos que buscan escapar del bullicio turístico de otros miradores más concurridos.

Justo al lado de la Fuente de la Amapola se encuentra una cerámica donde se puede leer: »Cuánto me gustaría ser la fuente de mi barrio pa’ cuando pases y bebas sentir muy cerca tus labios».

Mirador de la Verea de Enmedio

La Verea de Enmedio es una calle que se encuentra en pleno barrio del Sacromonte, con numerosos miradores con vistas a la Alhambra y al casco histórico a lo largo de la senda. Nuestra recomendación es que visites en profundidad esta calle para que conozcas todos sus rincones y te empapes de la cultura que aquí habita.

Antiguamente, en el barrio del Sacromonte vivían los gitanos de Granada, que estaban aislados del resto de la ciudad (incluso del Albaycín) por una muralla. A finales del siglo XIX se construye esta calle para que los vecinos finalmente puedan comunicarse con el resto de barrios de Granada.

Mirador de la Abadía del Sacromonte

La Abadía del Sacromonte se encuentra en la colina de Valparaíso, en el actual barrio del Sacromonte. La Abadía del Sacromonte se remonta a finales del siglo XVI. Aquí se encontraron los restos de San Cecilio, primer obispo de Granada en la época romana, y de otros compañeros que también fueron martirizados. Al descubrir dichos restos, comenzó la construcción de una abadía.

Actualmente, la Abadía está abierta para visitas y dispone de un mirador con conmovedoras vistas de toda la ciudad de Granada, donde la Alhambra se ensalza y es la protagonista. Lo curioso del mirador de la Abadía del Sacromonte es que solo puede verse la parte de la Alhambra que pertenece a la época musulmana, de manera que el palacio de Carlos V y demás construcciones cristianas no son visibles desde este punto panorámico.

Otros miradores de Granada

No todos los miradores con vistas maravillosas se encuentran en la ciudad. Otros, como los siguientes, están ubicados a las afueras de Granada, pero eso no le resta belleza, ya que sus vistas siguen siendo estupendas.

Mirador de Alixares

Este mirador, conocido por el Mirador de las Columnas, es el mirador olvidado. Muy poca gente conoce este lugar. Para llegar hasta aquí tienes que seguir el camino del cementerio, y seguir el sendero. Puede que el camino sea un poco confuso, pero las vistas merecen la pena.

No se ve la Alhambra, ya que el monumento se queda por la parte de atrás, pero hay unas impresionantes vistas de la ciudad que te dejan sin aliento. Además, como no es conocido, disfrutarás de paz y tranquilidad sin tanto bullicio de personas.

Silla del Moro

La Silla del Moro es un mirador que se encuentra en lo alto de Granada. También llamado Castillo de Santa Elena, por la ermita que se sitúa en el recinto. Las vistas que se pueden admirar desde la Silla del Moro son asombrosas, donde se puede ver el Generalife, la Alhambra y el resto de la ciudad.

La historia que rodea este lugar es, cuanto menos, interesante. Según cuenta la leyenda y en los escritos de Washinton Irving (autor de los Cuentos de la Alhambra), fue aquí donde se refugió Boabdil durante la conquista de Granada, y donde miraba su ciudad siendo destruida.

Suspiro del Moro

En el municipio de Otura, se encuentra un paraje conocido por el Suspiro del Moro. La leyenda de este lugar es muy interesante. Boabdil, el último sultán de Granada, fue desterrado cuando los Reyes Católicos conquistaron la ciudad. De camino a lo que sería su »nuevo hogar» en las Alpujarras, no quiso detenerse ni mirar atrás a lo que había sido su reino. Sin embargo, en este lugar, a unos 12 kilómetros de Granada, se paró y giró para visualizar por última vez lo que fue durante años su casa: la Alhambra, y la ciudad de Granada. Tras suspirar, su madre, Aixa, le recriminó a su hijo la tan famosa y controversial frase: »Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre».

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